Un reciente estudio ha vinculado las horas laborales con el consumo de alcohol, llegando a la conclusión que los empleados que trabajan más de 48 horas por semana son más propensos a beber en exceso.
La investigación publicada en el British Medical Journal (BMJ), recopiló datos procedentes de 61 estudios de más de 330.000 personas de 14 países, incluidos EE.UU., Reino Unido, Australia y Alemania, demostrando que realizar horas de trabajo adicionales a una
jornada normal puede conllevar depresión, estrés y problemas con el sueño. El alcohol, según los científicos, permite "escapar" de tales efectos.
“Algunos beben alcohol para aliviar el estrés, la depresión o los problemas de sueño”, explica a Sinc Marianna Virtanen, investigadora del Instituto de salud ocupacional de Helsinki (Finlandia) y autora principal del artículo.
Los resultados de la investigación señalan que aquellos que trabajaban de 49 a 54 horas y de 55 horas semanales o más tienen un 13 y 12 por ciento, respectivamente, más de riesgo de consumir de forma peligrosa alcohol frente a los que trabajan de 35 a 40 horas por semana.
Se considera consumo de riesgo de alcohol como más de 14 bebidas por semana en el caso de las mujeres y más de 21 para los hombres. Los autores del estudio recuerdan que esta ingesta aumenta el riesgo de problemas de salud como enfermedades de hígado, cáncer, derrame cerebral, enfermedad coronaria y trastornos mentales.
Créditos: Morguefile.
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