Científicos lograron fabricar y probar exitosamente diminutos robots que son capaces de colaborar y comportarse como estos insectos
El modo en que circulan los datos en internet fue inspirado en parte por el comportamiento de las hormigas. |
BBC Mundo. Científicos en Estados Unidos construyeron
y probaron exitosamente unos robots-hormiga que se comportan como una colonia
de hormigas real.
Los robots que diseñaron no tienen la forma de una hormiga, sino
que son como pequeños cubos equipados con motores que impulsan las ruedas que
los mueven. Sin embargo, su comportamiento colectivo es el mismo que el de esos
insectos.
Los robots fueron programados de modo que pudieran moverse hacia un
determinado objetivo y evitar obstáculos, encontrando el camino más rápido a
través de un laberinto.
COMO UN SOLO INDIVIDUO
El secreto, según explicaron los investigadores en la revista especializada PLos Computational Biology, es su habilidad para captar las señales que se transmiten entre sí, como lo hacen las hormigas o las abejas.
El secreto, según explicaron los investigadores en la revista especializada PLos Computational Biology, es su habilidad para captar las señales que se transmiten entre sí, como lo hacen las hormigas o las abejas.
“Cada robot es bastante tonto individualmente”, explicó Simón Garnier,
del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey, investigador en jefe en este
estudio. “Tiene una memoria y un procesador muy limitados”.
“Por sí mismo, cada robot sólo puede moverse al azar y perderse… Pero
varios de ellos son capaces de trabajar juntos y comunicarse”.
Esto es así porque, tal y como hacen las hormigas, los robots dejan un
rastro que el resto sigue; pero mientras las hormigas dejan una huella de
sustancias químicas (las feromonas) que sus compañeros de nido son capaces de
captar, los robots dejan un rastro de luz.
RASTRO LUMINOSO
Para lograr esto, los investigadores incorporaron una cámara para seguir el rastro de cada robot. Un proyector conectado a la cámara luego generó un punto de luz a intervalos regulares a lo largo de su recorrido, dejando así un rastro de “migas de pan” que se volvía más brillante cada vez que otro robot seguía la misma ruta.
Para lograr esto, los investigadores incorporaron una cámara para seguir el rastro de cada robot. Un proyector conectado a la cámara luego generó un punto de luz a intervalos regulares a lo largo de su recorrido, dejando así un rastro de “migas de pan” que se volvía más brillante cada vez que otro robot seguía la misma ruta.
Garnier explicó que cada dispositivo cuenta con dos antenas que son
sensores de luz. Si se proyecta más luz en su sensor izquierdo, el robot gira a
la izquierda y si lo mismo pasa con la antena derecha, giran en esa dirección.
“Es exactamente el mismo mecanismo que las hormigas”, dijo Garnier.
El investigador destacó que tanto los robots como las hormigas trabajan
juntas, describiendo sus habilidades de navegación como “bucle de
retroalimentación positiva”.
“Si hay dos posibles rutas desde el A a B y una es dos veces más larga,
en un principio las hormigas o robots empiezan a usar cada camino por igual”.
“Pero como las hormigas siguen el camino más corto más rápido, la
cantidad de feromonas (o luz) depositadas en ella crece más rápidamente, así
que más hormigas siguen ese camino”.
INSPIRADOS EN LA BIOLOGÍA
Existen muchas otras investigaciones y proyectos de ingeniería que buscan inspiración en la naturaleza a la hora de solucionar problemas o diseñar robots, tal y como señaló Paúl Graham, biólogo de la Universidad de Sussex, en Reino Unido.
Existen muchas otras investigaciones y proyectos de ingeniería que buscan inspiración en la naturaleza a la hora de solucionar problemas o diseñar robots, tal y como señaló Paúl Graham, biólogo de la Universidad de Sussex, en Reino Unido.
“El ejemplo clásico”, apuntó, “es el modo en que diseñamos las redes de
información para mover paquetes de datos. Las hormigas no tienen a alguien a
cargo de decirles dónde ir, así que puedes imitar esto”.
“Por ejemplo, en una red compleja, puede que se dé una encrucijada con
distintas posibles rutas que pueden tomar los paquetes de datos. Los paquetes
dejarían mensajes para el otro en la encrucijada para darles información sobre
qué ruta es la más rápida”.
Esto, explicó, es la base de un algoritmo llamado optimización de la
colonia, que ya se ha usado en las redes de telecomunicaciones.
Y aunque Graham no ve un uso práctico inmediato para estos insectos
robóticos en particular, dije que el estudio demuestra ser una interesante
pieza de investigación en biología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario